jueves, 26 de febrero de 2009

Vi que mi cuchara era la grande


Una oración: la calma. Nada podrá joderme,
nadie podrá alterarme...He mirado al DIABLO a los ojos.
ÉL se apresuró a sentarse a mi mesa
-y entonces lo vi claro-. Su voz trémula. Nadie.
Y luego llega esa hora aciega. Tú me llamas.

Y es horrible sentarse a la máquina de escribir
para decir esto: soy tan féliz, hay tanta luz,
tanta dicha en cada una de mis células,
en sus terminaciones nerviosas...
en sus flagelos SENSIBLES...
Que se dirían todos. Dios, Alá, Vishnu y mezcalito;
y todos los panteones de la antigüedad -y- todos
los panteones que están por existir. TODOS LOS DIOSES.
TODOS HAN BAJADO A DESPEREZARSE DENTRO DE MI CORAZÓN.




Nosebundo. Para L

...si fue en un sueño, fui yo.
-L.

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